sábado, 16 de noviembre de 2013

Analisis Entrevistas


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"Una distribución ineficiente. Mirada desde una funcionaria de un hogar colaborador del SENAME"


Entrevista con funcionarias de Hogar Aldea Mis Amigos:

Fundación Mis Amigos, como lo dice su página web oficial, es una institución de derecho privado sin fines de lucro, colaboradora del Servicio Nacional de Menores (SENAME). Posee personalidad jurídica Nº 258 otorgada en marzo de 1990, por el Ministerio de Justicia, la cual se encuentra vigente a la fecha. según consta en RUT 71.656.900-4.
Esta fundación cuenta con un hogar de menores llamado Aldea Mis Amigos donde se brinda apoyo social a niños que han sido vulnerados en sus derechos, así este hogar tiene por objetivos brindar aspectos tales como protección y educación a niños en riesgo social, además de trabajar en sus vínculos familiares con tal del fin último de la reinserción al seno familiar del niño, la adopción, o el formar niños que puedan ser independientes y capaces para los desafíos que se les presente llegada la edad adulta. Para estos fines fundación mis amigos trabaja en conjunto en el SENAME de la cual reciben una subvención por niño.
A raíz de profundizar en el problema de la protección del estado hacia la infancia vulnerada en sus derechos decidimos hacer una entrevista a una asistente social del hogar Aldea Mis Amigos, en colaboración a una psicóloga infantil externa a la institución que se unió a la entrevista, para que nos contaran su punto de vista en relación al problema de la vulneración de derechos, a su rol como institución no gubernamental y su punto de vista sobre la función del organismo regulador estatal sobre este tema el cual es el SENAME
Macarena Alvarez es asistente social que lleva 5 años trabajando en la Aldea Mis Amigos con niños de cinco a diecisiete años y once meses que requieren atención especial debido a dificultades a nivel psiquiátrico. Ella nos cuenta sobre como este hogar brinda terapias, escolarización, educación en hábitos básicos como la higiene y los medicamentos psiquiátricos que algunos niños necesitan, muchos aspectos de los cuales algunos antes de ingresar a este hogar no tenían, según nos cuenta Macarena. Al preguntarle sobre si es que se presentaban problemas o medidas insuficientes con respecto a la relación del hogar con el SENAME nos señaló tres principales problemas. El primero fue sobre el cambio de perfil de los niños que ingresan a estas instituciones que se separan en RPM que concierne a los niños que han ingresado por situación de pobreza de sus familias o por algún otro problema familiar donde no se puedan hacer cargo de ellos, y en los casos Remper que concierne a los niños que entran en la institución con algunas deficiencias cognitivas o psiquiátricas y que por tanto necesitan ayuda más especializada, esta diferenciación no significa un problema en sí, sino que el problema se hace presente cuando tiene que ver con la subvención que da el SENAME por cada niño a esta institución, para los casos RPM se da una subvención de ciento siete mil pesos, mientras que por Remper se da una de ciento trece mil pesos, cuya diferencia con los RPM es muy poca en comparación a los gastos especializados que requiere un niño Remper. Así esto apunta a una baja de recursos, que nuestra entrevistada asocia a una segunda dificultad con el SENAME la cual es la mala distribución de los recursos, ya que por ejemplo se pierde mucho dinero en programas ambulatorios (establecimientos de atención especializada por ejemplo a los niños Remper, que están fuera de las instituciones), que podrían ser más eficaces si se instalaran dentro del mismo hogar evitando traslados y otros gastos asociados a los programas ambulatorios, así nuestra entrevistada declara al SENAME como dificultoso para brindar oportunidades a los niños más allá de la preocupación de mantenerlos atendidos. Por ultimo nos cuenta sobre que a partir de esta escases de recursos por parte del estado se manifiesta en una escasa red de protección a los derechos de los niños con más dificultades ya que si bien se han destinado mucho dinero a proyectos de programas ambulatorios estos no alcanzan a generar las bacantes necesarias para todos los niños.
Otros aspectos que consideramos relevante de la entrevista fueron los problemas comentados por la entrevistada vinculados a la decisión de reinserción a la familia o adopción de los niños, decisiones que pasan por un sistema muy burocrático en la cual los hogares como Aldea mis amigos tienen poca capacidad para decidir, siendo que son ellos los que trabajan y conocen la realidad de los menores, y la decisión final termina dándola un abogado o magistrado con poco conocimiento sobre la realidad de los niños.
Cabe mencionar como a través de esta entrevista salen a relucir muchos otros temas que no hacen incapie directamente sobre el papel del SENAME en la protección de los derechos del niño, pero que si se vinculan profundamente con el estado de los niños en situación vulnerable, como lo es la drogadicción, los malos tratos y la pobre educación que los niños reciben en el seno de sus familias, vinculando el problema psicosocial de la vulneración de los derechos de los niños a otros problemas macro sociales como lo es la educación, la pobreza, la falta de oportunidades de los padres, la educación sexual, y problemática de los sectores más pobres con las drogas duras. 

"Consecuencias en el reconocimiento: La falta de justicia social hacia los niños vulnerables por parte del estado"

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A través de esta entrevista se pone de modo visible una falta de recursos del estado a través del órgano regulador del SENAME para proteger a los menores vulnerados en sus derechos, ya que instituciones privadas terminan haciéndose cargo de estos niños de los cuales la ropa, la alimentación son financiados por donadores y colaboradores externos como nos señala nuestra entrevistada, mientras que las subvenciones del SENAME que están vinculadas a servicios de salud y educación de los niños para lo cual son insuficientes, en especial para los niños que requieren mucha más atención especial por distintos déficit psicológicos. Poniendo a los niños en una difícil posición con respecto a su futuro y las oportunidades que puedan llegar a tener por falta de recursos, así esto pone a la luz un inefisiente rol del estado en cuanto a la protección de derechos de los niños, por tanto una “distribución desigual que constituye un impedimento para la participación igualitaria en la vida social, y, por lo tanto, una forma de subordinación e injusticia social” (Frazer, 2000). Siguiendo el modelo de status que plantea Frazer (2000) sobre la justicia social, podemos señalar que esta está conformada por dos dimensiones, una concerniente al reconocimiento que refiere al trato cultural que se da a un grupo, dentro de los efectos de significación y normas institucionales, y otra dimensión referente a la distribución igualitaria de los recursos disponibles en la estructura económica de la sociedad. Este modelo de justicia social nos hace sentido a la hora de analizar el problema de la eficiente distribución de recursos del SENAME, ya que no sólo es necesario un reconocimiento del grupo de niños vulnerados en sus derechos a través de la construcción de un organismo gubernamental como el SENAME, sino que también hace falta una real preocupación a nivel económico por parte de los actores gubernamentales sobre estos niños, que de no cumplirse “privan a los actores de los recursos necesarios para una participación plena” (Frazer, 2000, p. 65), que en este caso serían los niños vulnerables que sin recursos no tendrán las mismas oportunidades que otros niños, y es aquí donde se hace presente una falta de justicia social. Esta débil preocupación del gobierno se hace presente explícitamente en las organizaciones privadas que deben apoyar el rol del SENAME en la protección de estos niños, como lo es la fundación Mis Amigos.


"Las consecuencias de un reconocimiento a medias: La desigualdad de oprtunidades"


En la siguiente entrevista podemos observar la opinión y función de una psicóloga la fundación “Aldea mis amigos” que acoge a menores con sus derechos vulnerados, en donde se cuenta como es el funcionamiento de este, el trato y la evolución de los menores que ingresan a él.
La entrevistada que ejerce su labor en esta fundación nos comienza contando acerca de lo que se hace cuando un niño ingresa a la fundación, en donde se evalúa el daño que este trae y se comienza a investigar la red familiar que existe detrás, en donde ella comenta que como esta fundación no es un hogar de paso, siempre vienen con un diagnóstico previo el cual ellos reafirman y comienzan a trabajar. Señala que el daño más recurrente que traen los niños del hogar son el maltrato físico, el cual siempre trae una seguidilla de acciones parentales que terminan desencadenando en esto, por lo tanto a los menores se les trata con terapias tanto grupales como individuales, para en resumen reforzar su autoestima y que entiendan por qué están en la fundación.
A raíz de esto surge uno de los problemas que ella nos nombra como más preocupantes, que es que a pesar de que los servicios básicos de los menores están muy bien cubiertos, y que cuentan con buenas fiscalizaciones, el problema radica con la falta de personal  principalmente en los educadores de trato directo que se relacionan a diario con los menores, ya que cada 20 niños se cuenta solamente con uno, lo cual muestra una sobre carga de labor que existen muy pocas personas que optan por realizarlo. La entrevistada opina que esto se debe a la falta de recursos de parte del estado para financiar personal especializado y capacitado para cuidar a menores.
A opinión de ella nos cuenta que la fiscalización tanto de SENAME y de los tribunales es buena, que ellos acuden cada mes a fiscalizar todo lo que tiene que ver con la buena calidad de vida de los menores, revisando desde cada área donde ellos se desenvuelven hasta el registro de cada uno de los menores con cada dato relevante en su vida, como por ejemplo los registros de salud, para que así cada menor cuente con lo necesario para mantener una buena calidad de vida.
Pero el mayor problema que se puede observar que viene directamente de parte del estado va en la poca supervisión que existe hacia la calidad del trabajo de cada educador, porque se preocupan mucho de cada servicio básico, pero aún no se le da la importancia necesaria al apoyo directo hacia los menores vulnerados, aun no se puede contar con una red de apoyo en las etapas correspondientes, porque lamentablemente un educador para 20 niños arroja una sobre exigencia en su labor por lo tanto este no podrá dar el apoyo necesario en el ámbito afectivo a cada menor como debería serlo. Esto radica principalmente por los bajos salarios y pocos incentivos para los educadores, y principalmente por un problema que se observa a diario en la sociedad que es “la distribución desigual constituye un impedimento”(Frazer, 2000, p. 64) esto sumado a que es un trabajo demandante que viene con una carga emocional importante, la cual no es bien remunerada por lo tanto esto se refleja en la falta de estos.
En conclusión la falta de recursos a los educadores que debería venir directamente del estado influye en la pronta recuperación de los menores vulnerados y también en la calidad afectiva de estos, por lo tanto el estado debería preocuparse también del área afectiva de los menores mejorando los salarios de los educadores directos que viven día a día con ellos y les brindan su apoyo.

"Una mirada critica de las falencias de SENAME"

En esta entrevista realizamos un acercamiento a la voz del director de aldea mis amigos, Luis Ortúzar,  quien en un comienzo nos da su punto de vista acerca del estado como vulnerador de derechos especificando que uno de los problemas principales de los hogares como el que él dirige es el financiamiento recibido por parte del estado en relación a los gastos individuales necesarios para cada niño. Explica que el estado al no prestar la ayuda necesaria dificulta el proceso de resignificación de los traumas y vulneraciones por los que cursan los niños, haciendo más difícil la tarea de reinserción familiar o adopción en los casos que sea viable. A la vez que remarca una responsabilidad social, mostrando la existencia de un patrón de conducta que ve a estos jóvenes simplemente como “pobre niños” o futuros delincuentes o drogadictos, haciendo énfasis en que no se debe olvidar, por parte de la sociedad y del estado, que estos niños son parte del futuro de Chile., es por eso que hace énfasis en la obligación estatal de entregar una subvención digna para la atención, reparación y proyección de los niños que aldea mis amigos mantiene bajo su tutela.
En cuanto al SENAME, remarca su función fiscalizadora y de compañía a los niños en los tribunales, pero también recalca que no  es casualidad que este organismo estatal sea uno de los peores evaluados, que no tiene la capacidad profesional real que los organismos que atienden y apoyan a los niños necesitan para funcionar y realizar una labor correcta, por lo tanto el SENAME actúa como un ente reactivo, el cual espera a que suceda algún tipo de hecho para actuar, remarcando la falta de una política de menores en Chile, mas allá de la variedad de programas existente y que operan en relación al gobierno de turno.
Es aquí donde se destaca como entre el estado y su principal organismo regulador de los hogares de niños (SENAME), se produce un problema social relacionado a la existencia de estos niños y sus condiciones cotidianas de mantención, pues el actual funcionamiento expresado en la voz del director de Aldea mis amigos nos muestra como la tarea está siendo constantemente obliterada por los organismos pertinentes, además entra en juego lo dicho por Clemente relacionándolo a como el sistema de subvenciones se empapa de las problemáticas capitalistas pues “En última instancia el capitalismo es una forma de beneficiar a unos pocos, por lo que el surgimiento de los problemas sociales se convierte en algo inevitable, que permite asegurar un reparto desigual” (Clemente, 1992, pp. 21-22)
De aquí en adelante la entrevista gira en torno a la exposición de la problemática que genera el hecho de que ni el SENAME ni los tribunales tienen el personal para poder supervisar las instituciones, a la vez que estas mismas instituciones no cuentan, por la precaria subvención,  con el personal necesario para su funcionamiento óptimo. A raíz de esto último el Sr. Ortúzar expone como debe subsanar a través de otros tipos de financiamiento las necesidades de los niños, dejando en el tapete que para los gobiernos de turno al parecer los niños y niñas vulnerables no figuran en sus listas de prioridades.
En resumen, mediante la existencia de una política clara sobre los menores, una supervisión y una subvención como la que se requiere, sería posible rescatar y educar mejor a estos niños, abriendo la posibilidad de que estos logren desarrollar sus potencialidades y así optar a una vida mejor.

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